Conocer detalladamente las distintas clases de incendios es muy importante, ya que, de esta manera, pueden determinar cuáles son los mejores extintores para ciertos casos de emergencia. Por último, también es importante que hagan un análisis minucioso con ayuda de expertos para determinar qué tipos de incendios son los más comunes. Si tras ello descubren que los incendios más probables son los originados por equipos eléctricos o líquidos y gases, consideren entonces un ejemplar de dióxido de carbono (CO2).
Este tipo de extintores, que no deben confundirse con los de polvo químico, se rellenan con dióxido de carbono no inflamable. Su identificación es sencilla, ya que integran una boquilla de descarga bastante grande, además no cuenta con un manómetro. En su interior, la presión es tan alta que es posible que se liberen trozos de hielo de la boquilla al descargarlos.
Al igual que otros extintores ABC convencionales, los ejemplares de CO2 deben usarse según el método PASS. Si adquirirán uno o varios extintores de CO2, es recomendable que conozcan algunos detalles sobre ellos. Mencionaremos en esta publicación cinco puntos clave que tienen que conocer.
Clases de incendios
Los extintores de CO2 se diseñan para tratar incendios de líquidos de la clase B, además son seguros de usar ante electricidad activa, lo que no es recomendable con los extintores basados en agua. Los incendios de Clase B que pueden tratarse con un extintor de dióxido de carbono incluyen líquidos y gases inflamables, aceites, solventes, grasas (excluyendo aquellas usadas para cocina, ya que tienen su propia clase, que es K), pinturas a base de aceite y lacas, entre otros.
Los incendios de clase C, que involucran equipos eléctricos energizados, también pueden extinguirse con estos equipos. Estos pueden presentarse en materiales fibrosos o combustibles ordinarios, que, durante la combustión, se forman brasas, por ejemplo, madera, fibras, hule, derivados de celulosa, gomas y plásticos similares.
Funcionamiento del CO2
La manera en que se extingue el fuego con un extintor de CO2 es mediante el desplazamiento del oxígeno. Cuando es liberado el gas del equipo, esta presenta una nube que parece de hielo seco. Tal nube disminuye la cantidad de aire que hay alrededor de las llamas hasta sofocarlas. En caso de agotarse el agente extintor, estos extintores admiten el servicio de recarga de extintores en CDMX.
Tal extintor es eficiente y tiene un buen funcionamiento en exteriores, aunque el viento puede empujar el dióxido de carbono de las llamas y devolverles el oxígeno a estas. En realidad, esto es poco común. Algo que sí debe evitarse es su uso en zonas completamente herméticas por riesgos de sofocamiento.
Rango de descarga
Presenta un rango de descarga bajo, por lo que es importante usarlo cerca de las llamas y solo puede usarse si estas no se han propagado al grado de ser verdaderamente peligrosa la cercanía. Una vez liberado el dióxido de carbono, empezará a extenderse, tal y como lo hacen los gases. Debido a esto, el rango de descarga horizontal de la corriente de CO2 se encontrará limitado entre uno y tres metros. Tal rango es cerca de la mitad del rango que suelen tener los extintores ABC.
Residuos
Si bien presentan algunas limitaciones, los extintores de CO2 no deja residuos una vez que se extingue el fuego. El gas no solo corta el suministro de oxígenos para las llamas, también disminuye la temperatura del material en combustión con su sola presencia. Una vez que acaban con el riesgo, el gas será disipado a la atmósfera sin dejar rastro alguno.
Generalmente, la ausencia de residuos implica nulos daños, lo que es muy ventajoso si se aplica en costosos equipos electrónicos. Esto es una notable ventaja, a diferencia de los extintores ABC convencionales, que integran un polvo que puede ser corrosivo.
Contacto con la piel
Es importante que se use adecuadamente el equipo y se evite el contacto entre el CO2 y la piel desnuda. Como mencionamos, el gas se convierte en hielo seco una vez descargado, además es muy frío, lo que ayuda para tratar los incendios en líquidos inflamables o componentes electrónicos. Puede causar congelación si se tiene contacto con la piel, por lo que la boquilla debe usarse adecuadamente.
Como mencionamos, el método recomendado para usarlo es el PASS o JAAM en español. Consiste en la siguiente serie de pasos:
- Jalen la clavija.
- Apunten hacia abajo y párense entre 2 y 2.5 metros de distancia.
- Apunte la boquilla a la base del fuego.
- Apriete la palanca de manera lenta y uniforme.
- Mueva la boquilla de un lado a otro hasta apagar el fuego por completo.
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