Los extintores son de las mejores soluciones para combatir los incendios en sus primeras etapas y su uso es común en edificios comerciales e industriales. Utilizan diversos agentes para combatir las distintas clases de fuego, entre los que destaca el polvo químico seco. Se trata del material más utilizado en extintores y posee excelentes características en comparación con otros agentes como las espumas o el agua.
Polvos químicos secos y tetraedro del fuego
Los polvos químicos secos son utilizados principalmente para extinguir fuegos eléctricos y consisten en agentes que resultan de la mezcla de químicos en forma de partículas en estado sólido cuya aplicación se realiza mediante sistemas fijos o recipientes portátiles para controlar y extinguir los incendios.
Cuando se habla de polvos químicos secos resulta útil conocer el mecanismo de la reacción en cadena, ya que es en ella donde el agente actúa mejor. Para entenderla deben saber que hay tres componentes básicos que generan el fuego:
- Consiste en la sustancia, que al entrar en contacto con el calor o energía de activación y el oxígeno, puede quemarse.
- Oxígeno. Se trata del gas que permite la quema del combustible. Está presente en el aire con una proporción estimada del 20%.
- Energía de activación. Se refiere a la forma de energía, que se manifiesta en calor y permite la ignición del combustible. Puede propagarse a través de diferentes formas como convección (fuente de calor transmitida por un medio), conducción (fuente de calor en contacto directo) y radiación (calor emitido por ondas).
Al unirse los tres elementos de forma sostenida derivan en la reacción en cadena, que es el cuarto elemento del tetraedro del fuego. La teoría detrás de la cadena de formación del fuego señala que en toda combustión hay moléculas de alta reactividad, que se conocen como radicales libres y reaccionan entre sí, lo que permite que la combustión persevere y se produzca calor y luz.
Tipos de extintor
Hay distintos tipos de extintores de polvos químicos secos, que se clasifican según el tipo de fuego que pueden tratar. Se trata de los siguientes:
ABC
Se les llama también polivalentes o multipropósitos y poseen fosfato mono-amónico como principal agente extintor. Son comercializados con distintas concentraciones, que van desde el 50 hasta 90%. Mientras mayor sea el porcentaje del agente, mayor será su efectividad. Como su nombre lo sugiere se usan para incendios clase A, C y B.
BC
Son muy efectivos para tratar fuegos de combustibles y varían según el grado de capacidad de extinción. Algunos fabricantes los producen con base en bicarbonato de potasio (un polvo fino de color púrpura), bicarbonato de sodio (un polvo fino de color rojo que es conocido comercialmente como BC estándar) y compuestos especiales basados en urea y bicarbonato de sodio (usado para fuegos BC de grandes extensiones).
El último es efectivo debido a la rotura de las partículas producidas por las altas temperaturas, lo que genera una mayor superficie de ataque para evitar la reacción de la formación del incendio. Junto con el polvo químico ABC se formula para operar con espumas sintéticas de forma simultánea en casos en que la aplicación de ellas sea prioritaria o sugerida.
Polvos secos para fuego clase D
Son considerados como compuestos especiales y posee borato de sodio como principal agente.
Funcionamiento
Los extintores en CDMX de polvo químico seco necesitan interferir directamente sobre los elementos que generan el incendio para poder extinguirlo. Su funcionamiento se realiza por los siguientes modos:
Acción aislante
Al descargarse los polvos polivalentes en un fuego clase A, el fosfato mono-amónico es descompuesto por el calor, lo que deja un residuo (ácido metafosfórico) en el objeto incendiado. El residuo es también conocido como melaza, tiene consistencia pegajosa y su función es aislar el oxígeno del material en llamas, lo que extingue el fuego y evita que vuelva a aparecer.
Rotura de la reacción en cadena
Consiste en el principal modo de acción de los polvos químicos. Como se mencionó arriba, en la zona en llamas hay radicales libres, que al reaccionar posibilitan la combustión mediante el mecanismo de la cadena de formación del fuego. Cuando se descarga el polvo seco en el material en llamas se evita el encuentro de las partículas reactivas, lo que interrumpe la reacción y extingue el fuego.
Los polvos químicos ayudan de manera secundaria a apagar el fuego mediante la interrupción del calor emitido por conducción y radiación:
- Conducción. Los polvos secos absorben algo de calor en la combustión mediante conducción.
- Radiación. Se le conoce también como apantallamiento y en él se genera una nube de polvo al descargar el agente, que interfiere entre el combustible y la llama y separa una parte considerable del calor emitido.
Ventajas y limitaciones
Es importante que conozcan ambos aspectos para determinar si los extintores de polvo químico seco son la opción más conveniente. Las ventajas que proporcionan son las siguientes:
- Son fáciles de utilizar.
- Presentan estabilidad y baja toxicidad.
- Poseen baja reactividad con otros materiales.
- Son accesibles, tanto el agente como el contenedor.
- Pueden usarse en carros, instalaciones fijas o unidades portátiles.
- Tienen gran capacidad y extinguen el fuego de forma rápida.
- No son conductores eléctricos, por lo que pueden usarse en fuegos de líquidos inflamables en los que haya aparatos eléctricos bajo tensión.
Las limitaciones que presenta son las siguientes:
- Son corrosivos. No deben usarse en instalaciones o equipos eléctricos que sean delicados o caros. Se requieren limpiezas cuidadosas para restaurar los objetos.
- En su presentación normal no mitigan llamas que profundicen por debajo de la superficie ni en objetos alimentados por su propio oxígeno.
- No presentan presión propia, por lo que requieren un agente presurizador para liberarlo del contenedor. El agente más común es el nitrógeno seco.
- Su extinción es temporal. No generan atmósferas inertes encima de la superficie de combustibles líquidos, por lo que su uso no proporciona extinciones permanentes si las fuentes de reignición como rescoldos incandescentes o metales calientes siguen presentes.
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