Si bien los extintores se han vuelto un elemento indispensable casi en cualquier instalación residencial, comercial o industrial, aún hay muchas personas que solo conocen los conceptos básicos sobre estos. Por ejemplo, los expertos en el servicio de venta y recarga de extintores en CDMX se han percatado que muchos saben que los extintores con base en agua son una buena opción para tratar incendios que involucran combustibles sólidos, como tela, madera y papel y que no deben utilizarse en zonas donde haya equipos eléctricos activos (a menos que integre un aditivo).
Igualmente, muchos saben que los extintores de CO2, que difieren de los extintores de polvo, pueden usarse con excelentes resultados en zonas donde hay electricidad, además en disolventes, aceites y gasolina.
Las confusiones ocurren cuando se trata de los extintores de polvo y espuma. Para evitarlas y ayudar a difundir a ambos ejemplares, estableceremos sus atributos y aplicaciones, además de sus diferencias.
Extintores de espuma: excelente opción para fuegos clase A y B
Algo que deben saber sobre los extintores de espuma es que son buena opción para oficinas y hogares, debido a que pueden utilizarse en las clases de fuegos más comunes en ellos: A y B. La primera clase se refiere a los combustibles sólidos, por ejemplo, papel, textiles y madera. Por otra parte, la segunda clase se refiere a fuegos por líquidos inflamables, como pinturas, gasolina, entre otros.
Como regla general, estos equipos, disponibles en nuestro servicio de venta y recarga de extintores en CDMX, no deben utilizarse en fuegos de gas o de sartenes con aceite. Para estos últimos, se recomiendan los extintores de clase K, usados ampliamente en cocinas industriales. La manera en que funcionan es la siguiente:
- Los extintores generan una capa de espuma sobre el material en llamas, de esta manera, se priva al fuego del suministro de oxígeno requerido para la combustión.
- La espuma dispersa penetra los objetos en llamas de forma profunda, de modo que puedan extinguirse las brasas ocultas.
- La espuma tiene cierto contenido de agua, que se evapora ante el calor y enfría la zona en llamas para que no ocurra un reencendido.
Puede encontrarse en cilindros de distintos tamaños, con capacidades de 10 hasta 70 litros. En el último caso, integra unas ruedas para que pueda desplazarse. Hay varios tipos de espuma, no obstante, la más popular actualmente es la AFFF, que son las siglas en inglés de Aqueous Film-Forming Fluid. Otro tipo usado exclusivamente por equipos de bomberos para tratar incendios forestales es la espuma CAFS.
Si bien la espuma AFFF no representa riesgo alguno cuando se inhala durante la liberación, es importante que se limpie bien tras la dispersión, debido a que pueden ser cancerígenas. Por fortuna, los chorros de los cilindros permiten apuntar a zonas relativamente pequeñas, por tal motivo, las zonas tratadas son muy fáciles de limpiar.
Extintores de polvo químico: ideales para incendios clase A, B y C
Muchos consideran a estos extintores en CDMX como los más versátiles. Al igual que los extintores de espuma, permiten tratar incendios de clase A y B, aunque son una buena opción para tratar incendios provocados por la combustión de gases, como propano e hidrógeno y para erradicar fuegos de la clase C (equipos eléctricos activos).
Su versatilidad hace que sean los más utilizados en instalaciones residenciales, aunque se adaptan a muchos entornos, por ejemplo, talleres automotrices, embarcaciones, instalaciones eléctricas, plantas de producción, entre otros. Además de ser más versátiles, los extintores de polvo químico tienen mayor potencia que los ejemplares de espuma, por tal motivo, se ofrecen en cilindros más pequeños.
En vez de sumergirse y penetrar en los materiales en llamas, tal y como lo hacen las espumas, el polvo forma una película similar a una costra, que priva de combustible a los fuegos de manera eficaz. Al dispersar el polvo, es posible que los usuarios lo inhalan, por tal motivo, debe rociarse de forma adecuada. Los extintores de polvo suelen dejar muchos residuos tras la aplicación, por tal, motivo, es importante ser cuidadoso al aplicarlo en interiores.
Sin importar sus diferencias, ambos deben recibir mantenimiento adecuado. Por ejemplo, si se descarga, aunque sea de manera parcial y en mínimas cantidades, se recomienda solicitar el servicio de recarga de extintores en CDMX para que se encuentre siempre listo para usarse. Se recomiendan también las inspecciones mensuales para revisar el nivel de presión en el manómetro y buscar alteraciones en los sellos, como fugas o desgastes.
Con respecto a la atención profesional, debe hacerse una vez al año. Aunque no lo hayan utilizado, es importante que los cilindros se descarguen y rellenen cada cinco años. Para determinar el tipo más conveniente, recomendamos que se acerquen a expertos en el servicio de venta y recarga de extintores en CDMX. En ATP Extintores, los encontrarán, soliciten más información al (55) 5272 4181 o llenen con sus datos el formulario disponible en nuestro sitio web.