Los equipos de bomberos y expertos que ofrecen el servicio de mantenimiento a sistemas contra incendio en CDMX conocen muy bien la naturaleza de los incendios, no solo los riesgos que representan cuando se propagan. Entre los conocimientos que poseen destaca el llamado tetraedro del fuego. Se trata de un aspecto que no solo los especialistas deben conocer, también los usuarios de sistemas contra incendios.
¿Qué es el tetraedro del fuego?
Conocemos intuitivamente el fuego y los problemas que provoca, pero no desde la perspectiva científica. Es definido como una reacción química, que involucra la combustión rápida u oxidación de un material. Si se sale de control, se convierte entonces en un incendio. Para que exista cualquiera de las clases de fuegos, se requieren cuatro elementos:
Combustible
Se trata del material propenso a oxidarse o arder rápidamente. Presenta los tres estados de la materia: líquido, gas y sólido (con volumen y forma definidos). Se clasifica en tres: pirofórico (cuando arde de forma espontánea), combustible (cuando el punto de ignición es superior a 38°C) e inflamable (cuando el punto de fusión está por debajo de los 38°C).
Oxígeno
Se necesita al menos un 16% de oxígeno para que la combustión se mantenga. En caso de entornos con bajos niveles de oxígeno, hay compuestos oxidantes con suficiente O para mantener la combustión, por ejemplo, el nitrato de amonio.
Calor
Se trata del elemento que activa la combustión, además es la energía necesaria para aumentar la temperatura del combustible hasta la liberación de vapores que propician la ignición.
Reacción química
Se trata de la reacción en cadena que sucede cuando los elementos anteriores están presentes en proporciones y condiciones adecuadas.
Los cuatro elementos en conjunto reciben el nombre de tetraedro del fuego y el control de cada elemento asegura la extinción con diversos equipos contra incendios, como los extintores en CDMX.
Ahora bien, en un incendio se presentan varios productos, como:
- Causan quemaduras y fungen como fuentes creadoras de fuego, ya sea por radiación o convección.
- Causa el incendio de otros materiales y su propagación, además puede causar fatiga.
- Destacan el monóxido de carbono y el dióxido de carbono, que son los mayores causantes de muertes.
- Se trata de una forma de gas procedente de los combustibles, que puede ser tóxico en caso de absorber los gases.
Las llamas consumen el oxígeno del entorno, lo que deriva en un agotamiento de oxígeno, lo que es peligroso, especialmente en sitios cerrados. Entre las fuentes generadoras de calor destacan la energía mecánica, química, eléctrica y las llamas abiertas. Las fuentes de combustible deben ser múltiples para que ocurra un incendio, aunque muchas veces son ignoradas. Entre ellas destaca la basura y los desperdicios industriales, por lo que deben depositarse en recipientes herméticos y de metal, además evitar que se llenen.
Otros ejemplos son trapos, vegetación próxima a sitios críticos (como polvorines, tanques de combustibles, entre otros), polvo o partículas de combustibles sólidos, trapos o materiales llenos de aceite (que deben desecharse en recipientes de metal y con tapa ajustable para evitar la combustión espontánea y limitar el oxígeno.
Los líquidos inflamables, que son fuegos clase B, deben almacenarse en recipientes herméticos y que eviten los derrames, además deben estar alejados de fuentes de chispas y almacenarse en sitios bien ventilados. Otra causa de siniestro son los circuitos eléctricos en malas condiciones, por lo no deben recalentarse. En caso de detectar olores extraños, probablemente se deba a un incendio.
Formas de extinción
Es importante recordar la teoría del tetraedro del fuego para mitigar cualquier incendio. En ella se menciona que se requiere la coexistencia de los cuatro elementos para la generación y permanencia del fuego. Considerando tales elementos, existen las siguientes formas de extinción:
Eliminación
Consiste en actuar sobre los combustibles, retirarlos del área en llamas, transferirle a otro depósito seguro o cortar el flujo de líquidos y sólidos (válvulas suministradoras).
Sofocación
Implica actuar sobre el oxígeno. Se efectúa mediante el aislamiento del combustible del oxígeno con materiales no combustibles, como la arena del tambo arenero contra incendio, espuma, polvo, entre otros. Se realiza también con la disminución de la cantidad de oxígeno por medio de gas inerte como nitrógeno o dióxido de carbono.
Enfriamiento
Implica actuar sobre el calor o energía de activación, mediante la eliminación, lo que frena la reacción en cadena. Se logra con sustancias que absorben la energía, como el agua.
Inhibición
Se logra por medio de sustancias que generan radicales libres. Los últimos rompen la reacción en cadena al combinarse con los radicales producidos en la combustión.
Acciones preventivas y en caso de incendio para empresas
La prevención inicia con las personas que forman parte de la organización, por tal motivo los simulacros deben realizarse periódicamente, además debe designarse un líder para emergencias que adopte ciertas responsabilidades, por ejemplo, revisar la evacuación total del personal. Al realizarse los simulacros, deben mantenerse libres las escaleras, pasadizos y zonas de evacuación.
Los hidrantes y gabinetes deben estar en óptimas condiciones con ayuda del servicio de mantenimiento a sistemas contra incendio en CDMX. Dicho servicio debe incluir la limpieza y verificación de mangueras, pitones, llaves para hidrantes, entre otros. Es importante revisar también sistemas de alarma contra incendio y bombas de agua. Se recomienda la inclusión de prendas ignífugas para actuar en caso de incendio.
Ante un incendio, la prioridad debe ser salvar vidas. Aplica especialmente para fuegos que no pueden controlarse rápidamente. Los ascensores deben evitarse, ya que las personas pueden quedar atrapadas ante la falta de energía. Las rutas de evacuación deben seguirse, además las personas tienen que mantenerse cerca del piso para evitar humos y gases tóxicos. También se recomienda cubrir la nariz y boca con un trapo húmedo para facilitar la respiración.
Una vez apagadas las llamas, la zona debe vigilarse para evitar el acceso del personal hasta asegurarse de que no ocurrirá nuevamente un incendio. La mayoría de los fuegos pueden controlarse durante su fase inicial, ya sea con arena, agua o polvo de pizarras. En caso de que las llamas alcancen su cuerpo, deben tirarse al suelo, rodar en él y evitar correr, debido a que eso aviva el fuego. Si observan a alguien cubierto en llamas, deben envolverlo con una manta, alfombra o toalla hasta apagarlas.
Para tratar las quemaduras, deben eliminar el origen de estas. Utilicen agua fría en ellas para enfriarlas o telas mojadas en las zonas lesionadas que no pueden sumergirse en agua, como la cara. Eviten usar hielo o líquido helado, ya que propician la pérdida de calor corporal. Pueden aplicarse únicamente si la quemadura es leve.
Deben cubrir las quemaduras con apósitos estériles y secos. Posteriormente, pongan una venda no tan ajustada sobre él. Al cubrir las quemaduras, evitan infecciones, contactos con el aire y disminuye el dolor. En caso de quemaduras amplias, cúbranlas con sábanas limpias y secas o telas largas.
Si desean el servicio de mantenimiento a sistemas contra incendio en CDMX, contacten a los expertos de ATP. Para más información, comuníquense al (55) 5272 4181 o envíennos un mensaje en la sección de contacto de nuestro sitio web.