Son muchas las soluciones que ofrecemos para extinguir incendios en instalaciones industriales, entre las que destaca el tambo arenero contra incendio. No es tan popular como otras opciones, por ejemplo, el extintor de espuma AFF o el de bióxido de carbono, sin embargo, su uso puede ayudar a mitigar fuegos difíciles de controlar. A diferencia de otros equipos más limitados, destaca por su capacidad de controlar diversas clases de incendios.
¿En qué consiste?
El tambo arenero ha sido usado desde hace décadas como un método efectivo para el control de incendios y si bien ha sido reemplazado paulatinamente por soluciones tecnológicamente más novedosas, como los agentes químicos secos, se trata de la mejor solución para entornos industriales donde se manejan líquidos inflamables y combustibles como zonas de pintado con solventes y gasolineras.
Los tambos consisten en piezas de metal de alta resistencia, que generalmente se pintan de blanco o rojo para que sean visibles ante situaciones de emergencia y suelen tener señalizaciones para su uso seguro. Presentan diversos tamaños según el sitio donde se usarán y los requerimientos de las industrias, además, se acompañan siempre con una pala, que se diseña especialmente para arrojar amplias cantidades de arena de forma eficiente.
Muchos los consideran como un método de baja tecnología, sin embargo, ofrecen notables ventajas, como su capacidad de actuar contra incendios pequeños cuando están involucrados gasolinas, solventes, líquidos inflamables, aceites y productos químicos. Son también confiables, de precio bajo y su uso es muy sencillo. Se trata de uno de los agentes con mayor potencial de extinción, ya que puede actuar sobre distintas clases de fuego.
Los fuegos son regulados por diversas normativas en todo el mundo, como la Norma Oficial Mexicana NOM-002-STPS-2010 que establecen cinco clases según la naturaleza del combustible. Se trata de una clasificación sencilla y efectuada básicamente para que los agentes extintores en CDMX y equipos manuales para protección de incendios se desarrollen con alta eficacia.
Su uso es sumamente útil para combatir el fuego y si bien hay otra clasificación de las sustancias inflamables más compleja y basada en parámetros químicos y físicos como rango de inflamabilidad, temperatura de ebullición y de inflamación, es la más utilizada.
Las clases de fuego existentes son: A, B, C, D y K. La arena se utiliza para fuegos clase casi todas, excepto la D, que surgen de materiales combustibles que no pueden interactuar con el agua debido a la posibilidad de provocar explosiones y aumentar la propagación de las llamas.
El objetivo de la arena es brindar una capa densa de material para cubrir las llamas y el material combustible con el que cortar el suministro de oxígeno y extinguir el fuego. El tambo arenero contra incendio se diferencia de otros agentes extintores como el dióxido de carbono, agua y espuma por no reaccionar químicamente con las llamas debido a que es un material inerte. Los detalles de las clases que puede combatir los mencionaremos a continuación.
Fuego Clase A
Se trata de los fuegos en materiales sólidos, comúnmente orgánicos, cuya combustión se efectúa normalmente con formación de brasas. Algunos ejemplos son carbón, tela, madera, plásticos, papel, cartón y caucho. Para que los sólidos entren en combustión, se necesita la pirólisis, además se consideran diversos factores que influyen en el comportamiento de los sólidos ante el calor como calor, como:
- densidad, forma y distribución de la masa del material.
- Poder calorífico y carga térmica, temperatura de pirólisis y de autoignición
- Coeficiente de dilatación y conductividad térmica.
La simbología utilizada en todo el mundo para representar la clase A es un triángulo de color verde con la letra «A» en su interior.
Fuego clase B
Abarca a los fuegos cuyo combustible es un líquido inflamable o un sólido de bajo punto de fusión como ceras, disolventes orgánicos, destilados de hulla o derivados del petróleo (gasolina, aceite, queroseno, asfaltos, disolventes sintéticos, alcohol, pintura,)entre otros).
Todos los materiales combustibles presentan propiedades intrínsecas al calor y variables. Las principales variables en el caso de los líquidos son límites inferiores y superiores de inflamabilidad y explosividad y punto de inflamación, que es importante conocer para tratar fuegos clase B.
La evaporación de los líquidos comienza cuando se llega a una temperatura de evaporación. Por regla general, muchas partículas en la superficie del material combustible obtienen suficiente energía ante cualquier temperatura que esté por encima de la de evaporación para transformarse en vapor y favorecer el proceso de pirólisis. El símbolo usado para representar esta clase es un cuadro rojizo con la letra «B» en su interior.
Fuego clase C
Comprende todos los fuegos provocados por equipos eléctricos energizados y de baja tensión. Algunos ejemplos son máquinas industriales, computadoras y servidores, microondas y estufas eléctricas, instrumentos eléctricos, tomas de corriente, equipos de subestaciones eléctricas, entre otros.
El tambo arenero contra incendio es de mucha ayuda, ya que el material contenido no es conductor de electricidad a diferencia del agua que puede agravar los incendios eléctricos. Para representar esta clase se utiliza la letra «C» dentro de un círculo de color azul.
Fuego clase K
Se trata de aquellos que son alimentados por líquidos inflamables utilizados exclusivamente en las cocinas como aceites y grasas animales y vegetales. Cuando llegan a temperaturas elevadas, como ocurre comúnmente en las cocinas, pueden producirse fuegos repentinos y volátiles, que por su naturaleza pueden propagarse de forma rápida, ya que la sustancia es altamente inflamable, especialmente a temperaturas cercanas a su punto de ebullición.
Debido a que los aceites están presentes en altos volúmenes en cocinas comerciales como panaderías, restaurantes, cafeterías, negocios de catering y almacenes, los fuegos clase K son una amenaza constante, por lo que es común que en las instalaciones más amplias se utilice el tambo arenero. Se recomienda en ellas el uso de campanas de extracción, que ayudan a regular los vapores de aceites y grasas para disminuir las posibilidades de incendios.
El tambo arenero es un excelente producto, que ponemos a su disposición. Tenemos más de 15 años de experiencia en ofrecer servicios y equipos de alta calidad para prevenir, proteger y contra las distintas clases de fuego, además, proporcionamos asesorías. A partir del análisis de las características de las instalaciones donde requieran una solución ofrecemos propuestas integrales para determinar si el tambo arenero es la opción más conveniente. Para más información sobre este producto o sobre nuestro servicio de mantenimiento de sistemas contra incendio en CDMX, marquen al (55) 5272 4181 o completen el formulario de nuestro sitio web.